1 de octubre de 2008

Editorial (Núm. 174, Octubre-diciembre, 2008)


¿Cómo se pueden abordar en la escuela aspectos éticos a través del cine? ¿Qué importancia tiene el desarrollo de habilidades sociales en el ámbito escolar? ¿Cómo podemos entender la enseñanza? Son algunas de las preguntas que trata de responder la edición 174 de Caminos Abiertos.

Nuestra temática en este fin del año 2008 incursiona alrededor de aspectos sociales: Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán nos sumerge en los apasionantes encuentros entre la ética y el cine. Guadalupe León Chávez y Juana J. Ruiz Cruz nos muestran una experiencia pedagógica que analiza el problema de la socialización en la escuela. Mas adelante, Gerardo Ortiz Moncada y Silvia Chávez Venegas nos introducen en una reflexión sobre la enseñanza desde la Teoría de la Actividad de Leontiev y Galperin. Al final, Claudia Madrid Serrano transita por las veredas de los conceptos de nación, nacionalismo y posmodernidad, en donde la alfabetización generalizada y el profesor jugaron un papel importante.

Las imágenes que complementan esta edición son del extraordinario pintor de Aguascalientes Saturnino Herrán, a quién recordamos a 90 años de su muerte. La Coatlicue, del famoso e inconcluso friso Nuestros dioses, engalana nuestra portada.

Ética y cine: un diálogo con maestros

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán*

Resumen
El presente estudio exploratorio con metodología cualitativa, se aproxima a la representación social que sobre el cine tienen los maestros de educación superior. Tiene como objetivo encontrar datos significativos para la elaboración de una estrategia que posibilite trabajar principios y valores en el salón de clase desde una propuesta innovadora de ver el cine.


La investigación se realizó en abril del 2008, en el marco de la elaboración de un Manual de cine y educación. Trabaja sobre las opiniones y creencias de los informantes en partes conceptuales, de conocimientos y saberes de los profesores sobre la ética, la educación, el cine y las estrategias didácticas.

Introducción
Teniendo como referente la línea de investigación cine y educación, en el eje de los usos didácticos del cine, se realizó la presente investigación cualitativa con maestros universitarios sobre su conocimiento, función que le atribuyen, las relación que establecen, los usos pedagógicos que le asignan y la articulación del cine con la ética.

La indagación en este caso particular se concreta en la aproximación ética desde películas recientes, realizadas en el siglo XXI. Nuestro interés es realizar una propuesta estratégica para que los maestros y alumnos utilicen el cine en el salón de clase en forma pensada, crítica, activa, con toma de decisiones fundada y participativa. Romper con la pasividad e impunidad que propician los medios, proponiendo una nueva forma de verlos y aprovecharlos. Por eso era indispensable partir de las representaciones y usos que tiene los maestros.

En el documento de propuesta Manual de cine y ética se incluirá un apartado teórico amplio sobre el cine, la ética y la educación, del cual sólo esta un resumen en esta versión, por cuestión de espacio.

Explicitamos el problema central de la investigación: ¿Se pueden proponer algunas estrategias, actividades y recursos didácticos y éticos para una recepción más profunda, activa y crítica de los contenidos cinematográficos del siglo XXI?

Lo que continuación se presenta es una muestra de lo que el trabajo de campo con maestros puede generar. Profesores que son los protagonistas del hecho educativo y que con demasiada frecuencia no son tomados en cuenta en las decisiones escolares. Sus palabras hablarán por ellos.

1. El instrumento
La indagación se realizó por medio de un instrumento elaborado ex profeso para dar sustento y horizonte a un documento mayor sobre estrategias educativas de uso del cine. Consta de 10 preguntas centrales y otras subordinadas. Los cuestionamientos están enfocados en el cine (películas, usos, impacto, valor educativo) y la ética (concepto personal, formas de aproximación didácticas), así como la relación entre la educación que promueve valores y el cine. Tiene una primera parte de información general sobre el entrevistado y dos preguntas que insisten en la vinculación de películas, valores y secuencias; en la primera se les pide que hagan una lista de películas y los valores que promueven. En la segunda parte se les propuso las películas recientes con las que se pensaba trabajar.

2.- El objetivo explícito de la investigación
El propósito de esta indagación es recolectar y analizar información entre maestros de educación superior sobre la aplicabilidad didáctica del cine en el salón de clase, en particular nos interesa destacar la representación, percepción y opiniones de maestros en relación a cómo con los film de la primera década siglo XXI, de diferentes partes del mundo, pueden trabajarse con valores humanos y hacerlos significativos entre los alumnos, de diferentes niveles del sistema educativo nacional en particular los de la educación superior.

3.- Ubicación
El tipo de exploración es una investigación de aproximación cualitativa, por tanto busca la subjetividad de las personas, lucha por encontrar su interioridad pensante y el valor de lo dicho por ellas en una resignificación interpretativa. Lo que pretendemos es encontrar sentido en opiniones y juicios de maestros con gusto por el cine y una vinculación con elementos de la ética, más que el dicho de expertos. Por lo anterior, la técnica cualitativa es híbrida, está a medio camino entre la entrevista con cierto nivel de profundidad, el método Delphi (en el caso, expertos en educación) y el cuestionario no cuantificable. Nos interesaba confrontar nuestras dudas con las creencias y certidumbres de gente próxima al tema, sobre todo con la parte interna, creativa, conceptual, pedagógica y, del mismo modo de experiencia real en el aula.

Nos incentivo en esta exploración, sobre todo, destacar información y verbalizaciones de profesionales cercanos a la trinchera escolar para que enriquecieran el proyecto en que estamos, encontrando luces que iluminarán el uso ético del cine en el salón de clase.

4.- Los informantes
Buscamos que los informantes que tuvieran tres elementos en común:

· Que ejercieran o hubieran ejercido el magisterio en alguna parte del sistema educativo nacional, principalmente en nivel universitario, por lo menos un tiempo.
· Cultura general sobre todo en aspectos científicos, humanísticos y éticos.
· Gusto y cierto manejo didáctico del arte cinematográfico.
Como referencia; la escolaridad de los participantes es: 60% de licenciatura, 30% de maestría y 10% de doctorado. En cuanto al género, 80% son hombres y 20% mujeres.

5.- Algunos antecedente y elementos teóricos
Como se explicitó esta investigación se soporta en unos antecedentes, referentes y un trabajo teórico previo, por lo que con el fin de fijar una postura señalamos algunos elementos:

En relación a los antecedentes podemos compartir que junto con un grupo de investigadores desde hace más de dos lustro nos hemos dado a la tarea de documentar los referentes educativos en el arte cinematográfico. Esta experiencia ha generado varios artículos, revistas monográficas, ensayos, investigaciones, ponencias, conferencias y tres libros (La vida es mejor que la Escuela, 1999; Maestra vida, 2000 y Globalización, Cine y Educación, 2003); Entre nuestros hallazgos, hemos encontrado que existe por lo menos una triple relación entre el cine y la educación, a saber:

1. Una relación cinematográfica: experiencias educativas que el docente y los alumnos viven y se recrean en la práctica educativa manifiesta en el arte cinematográfico.
2. Una relación comunicativa: el docente y el alumno como espectador del cine.
3. Una relación pedagógica: el uso didáctico del cine en el salón de clases.

De estas tres problemáticas relaciones hemos desprendido las implicaciones de nuestro campo de análisis que observan al cine, en primer lugar, como una manifestación y proyección de lo educativo, a lo que nombramos lo imaginario del cine en la educación. El segundo objeto de este campo es el que tiene que ver con como el cine retrata/documenta/exhibe/crea/recrea el hecho educativo; el cine está condicionado en algunos rasgos por lo educativo, pero también condiciona lo educativo. Esto lo conocemos como el imaginario de la educación en el cine. El tercero -y para los fines del presente estudio fundamental, es el uso con fines de aprendizaje que tiene el cine en la práctica educativa, lo que nombramos en tanto concreción pedagógica, el imaginario didáctico del cine.

En la presente investigación decidimos trabajar desde la representación social como recurso metodológico, por lo tanto, la exploración va hacia elementos como; la percepción, lo simbólico, lo cognitivo, la interpretación de significantes uy la ideología de los maestros en relación al cine y los valores. Ir hacia la representación es ir hacia la médula ideológica de los sujetos. Según Camareno (2002) la relación entre representación social e ideología es estrecha:

La ideología está ligada básicamente a la representación como sistema de representaciones (imágenes, mitos, ideas o conceptos). Crea hábitos, normas de comportamiento, mentalidades, formas de vida, en definitiva imágenes. La ideología es un inconciente vital que se segrega desde unas relaciones sociales, y que sirve para legitimarlas, convertirlas en lo “natural” y hacer funcionar así a esas relaciones sociales, configurando la individuación de cada vida subjetiva.

En relación a la ética, Attali (2007) prospecta que será, en este siglo XXI, el principal aglutinante social. La ética es una apuesta a la vida, a la centralidad y dignidad de la persona y a la toma de decisiones (Lepe, 2007; Agejas, 2007; y Dusel, 2000)). La ética es un campo de conocimiento: científico, racional, práctico, normativo y centrado en los actos humanos (Gutiérrez, 1981; Savater 1991 y 1997). La ética tiene como esencia el significado de la existencia humana (Fromm, 1947).

6.- La ejecución
La corrida del instrumento se realizó del 24 de marzo al 4 de abril de 2008, por medio del correo electrónico. Sólo se realizó una vuelta dado que su fin era exploratorio. Nos reservamos el derecho de profundizar en una investigación de más largo aliento (ampliación de informantes y segunda vuelta para profundizar en coincidencias o discrepancias, cruce de resultados con otras metodologías, etc.). Ahora sólo compartimos los datos de este primer tramo del recorrido.

7- Los resultados: el trabajo con lo expresado y lo pensado
7.1) Concepto de ética en la muestra
Nuestro primer interés fue saber qué pensaban nuestros consultados sobre el concepto de ética. La pregunta explicita fue: Defina de manera personal que es la ética. Les solicitábamos en forma clara y directa que no recurrieran a otra fuente que no fueran ellos mismos; al fondo mental o la creencia con que asumen esa palabra. Nos interesaba sobre todo la visión particular con la que asocian el término.

En las verbalizaciones encontramos tres grandes categorías que integraban las ideas básicas subyacentes en el grupo, a saber: la ética y la vida; la ética y la toma de decisiones; y la ética como conjunto de normas. Señalamos la categoría y algún fraseo que ejemplifica lo que queremos mostrar.

a) Relacionar la ética con la vida: la actuación, las acciones y la conducta (inf: 2, 3, 4, 8, y 9):
La ética es el conjunto de normas que rigen la existencia de una comunidad gracias a la cual podemos saber si actuamos correctamente (conforme a la ética) o incorrectamente (contra lo que la ética dicta) (inf. 4).
Es el bien obrar con base en valores humanos. (inf. 9)

b) La ética y la relación con la toma de decisiones: impacto de las misma, repercusión y fondo (inf.1, 6 ,10.)

La decisión para el bien hacer. (inf. 1)
Para mí, la ética es la forma en que convivo con el entorno en que me encuentro y en el que mis actos y decisiones tienen impactos diversos (inf. 6)
La ética es un valor que impulsa al ser humano a tomar las decisiones adecuadas respecto a sus valores y al bienestar de los demás. (inf. 1)

c) La ética relacionada con valores: principios, normas, el bien y el mal. (inf.3, 4, 7)

Una actitud y conducta dirigida a defender y promover los valores morales. (inf.3)
Son los principios y normas morales que nos establecemos y que califican nuestras acciones como personas sin determínalas malas o buenas. (inf. 7)

Nos parece que estás tres categorías resumen en mucho la trayectoria teórica de la ética que manifiestan autores contemporáneos como Savater (1991, 1997), Fromm (1947), Foucault (1984), Lipovetsky (1992) y otros. Es decir, hay una preocupación ética centrada en la persona, la vida, la toma de decisiones y los códigos del deber ser. La representación está con un paradigma presente en la literatura específica sobre la ética aunque muy amplio en su espectro ideológico.

7.2) Educación en valores
La segunda pregunta de aproximación fue la de tratar de relacionar la educación con los valores. Como en otras las preguntas lo que nos interesaba era la opinión concreta de los participantes. Llama la atención que varios informantes asociaron la educación y los valores como un pleonasmo o redundancia:

En lo primero que pienso es en una frase hueca acuñada por los burócratas que no significa nada y que justifica cualquier actitud. Dejando de atrás a las hordas de la empleocracia política se me viene a mentes una redundancia, una perogrullada, “educar en valores” es lo mismo que decir “subir arriba”. Si no hay valores no hay educación, hay ignorancia. (inf. 4)

Incluso, además, relacionándola con la educación y la comunicación:

Redundancia. La educación es, en esencia, la comunicación de valores. Sin embargo, educación en valores me remite a que el docente, en su labor diaria, hace explícitos esos valores en los contenidos de sus clases. (inf .2)

Otros informantes, reconociendo esta reiteración, tratan de dar una explicación del por qué aparece estos términos ligados pedagógicamente:

Un discurso emergente que busca redireccionar y redimensionar el significado de los valores y la forma e intención de remitirse a ellos (inf 8)

Más todavía; ven en esta irrupción una ventana de oportunidad:

Honestamente lo considero como una especie de pleonasmo. Es decir, todo acto educativo lleva valores implícitos, inherentes a la cultura e identidad de quien educa y es educado. Asimismo, considero que la expresión “educación en valores” proviene de otra: “es necesario rescatar los valores, porque se han ido perdiendo”, y esta última me remite a la nostalgia de un pasado ideal (hipotético) de cierta cultura que no puedo dilucidar muy bien cuál es. Sin embargo y a pesar de todo lo anterior, considero que puede ser una oportunidad de reflexionar acerca de aquello que conforma la identidad personal y comunitaria en la que se vive y problematizar nuestra actuación en ella. (inf.6)

Hay un segundo grupo de respuestas que resultan interesantes por que aluden al otro, en el deber ser. Se preocupan y distancian simultáneamente, como señalando un destino casi siempre educativo, sin encontrarse implicados. Ejemplo de ello son las siguientes frases:

La idea o noción de que, sobre todo a los jóvenes por su condición, es posible enseñar una serie de normas o formas de actuar (inf. 5)

A la formación de personas con cierto nivel moral, es decir a formar personas con cierta sensibilidad hacía la persona (inf. 3).

La educación del ser humano mediante la sensibilización con cada uno de los valores que hacen sensible e inteligente para su crecimiento. (inf.10)

7.3) Las funciones del cine

Otro indicador subjetivo para analizar en los consultados fueron las funciones del cine. Lo primero que encontramos es que la lista de lo que se le asigna al cine como función social es grande y diversa, mucho más de lo esperado en términos hipotéticos, sobre todo si no descartamos o unificamos las palabras que pueden resultar sinónimos, porque para el informante pudieran no resultar lo mismo (por ejemplo: entretener, recrear y distraer).
Sin embargo, cuando el término se emplea de manera idéntica, sí quedó agrupado. Presentamos la lista de las 33 palabras para las que sirve el cine según los informantes.


De las palabras usadas por los informantes interpretamos varias cosas:

a) El listado de funciones (sociales, prácticas o absolutamente individuales) con que las que se vincula el cine resulta amplio, diverso y multirreferencial; según se observa en el listado, el cine es muchas cosas más que entretener y divertir con lo que comúnmente se le asocia;
b) Sin embargo, y tomando en cuenta la importancia que se le confiere actualmente al primer concepto (por ejemplo en estudios de posicionamiento) y porque metodológicamente así fue solicitado (Enumere en orden de importancia) tenemos que reconocer que dominan palabras como recreación, entretenimiento, diversión. La representación social del cine como evasión es todavía muy sólida;
c) Paradójicamente, la palabra más repetida es educación, con siete menciones (sin considerar palabras asociadas como: aprendizaje, cultura o información). Aunque, reconocemos un sesgo profesional en la muestra, e incluso del instrumento mismo, no deja de ser significativo que después de lo recreativo, lo educativo tenga relevancia.
d) Para un futuro dejamos la oportunidad de profundizar en algunos términos útiles, comunes o raros, con que se sirven los informantes del cine, como pueden ser soñar, provocar, documentación histórica, expansión ideológica, etc.

7.4) ¿Educa el cine?
A pesar de que la representación social sobre la educación todavía está muy enmarcada en la lógica de la escuela, la acreditación y la certificación (Jaim Etcheverry 1999), sobre todo por las corrientes pedagógicas que dominaron hasta la primera mitad del siglo XX, las respuestas sobre sí el cine educa resultaron casi unánimes, en el sentido afirmativo. Sólo hay una discrepancia señalando, con cierto enfado que la pregunta de manipuladora y comparándola con otras que consideraba semejantes:

Puede educar y puede llenarnos de ignorancia, la pregunta es manipuladora, es como decir: “¿el agua limpia?”, y sí, claro, puede limpiar, pero el agua estancada se llena de hongos y eso no es muy higiénico. El agua es agua como el cine es cine, su función dependerá de quién y cómo los utilice (inf 4).

Tal vez por consecuencia de la arquitectura del instrumento, dada la pregunta anterior, al profundizar en el por qué el cine es factor educativo, lo que contestan casi siempre ampliando sobre las cuestiones: ¿En qué educa? ¿Sobre qué educa? lo que sin duda es una ganancia. De tal suerte que encontramos un universo mayor de aspectos, razones y argumentos del cine como educador.

Señalaremos sólo algunos rasgos detectados por los informantes de sobre que educa el cine: sobre mundos posibles, diversos referentes, comunica valores, formas de vida, de actuar, de pensar, presenta casos, aspiración, sentimientos, aprendizajes, decisiones, provee una lectura de la realidad, moldea la identidad, forma actitudes, es un medio de transferencia del conocimiento y comunica situaciones y acontecimientos.

7.5) Los valores: ¿se aprenden o se enseñan?
Esta es una cuestión central en la exploración para el desarrollo de la propuesta didáctica que pretendemos elaborar. Hay diferentes voces en la literatura educativa (Guevara: 2007) que expresan que no es fácil enseñar a otro ser humano los valores. Es decir, la caridad, la compasión, el amor, la pasión, el deber, la tolerancia, la responsabilidad, el compromiso, etc., son actitudes de la persona con cierto nivel de profundidad, vividos, internalizados y asumidos conscientemente. Lo que sostienen algunos pedagogos es que tiene que aprenderse con experiencias cercanas y, por lo que para que surta efecto, la enseñanza tiene que ser viva cognitiva y afectivamente, como proceso de apropiación (mayo, 2008).

Lo anterior no se puede aprender bajo un esquema tradicional de enseñanza, en el que alguien dicta y el otro memoriza y repite. Se interioriza por lo que vive y hace suyo la persona, por ejemplo, mediante experiencias, recomendaciones prácticas o emociones, por lo que el proceso educativo en valores debe tomar en cuenta todo lo anterior, y no enfrentarlo como un contenido más que se adereza al currículo.

En nuestra indagación apostábamos hipotéticamente a que las opiniones en este punto se polarizarían: una parte de los maestros consultados optaría por que los valores se pueden (deben) enseñar y otros opinarían que los valores se aprenden por la experiencia de la vida. Los datos fueron hacia otra parte. En la totalidad de los casos coincidieron en vincular la enseñanza con el aprendizaje. Leamos algunas verbalizaciones:

Los valores se aprenden a través de la experiencia de vida, pero se clarifican gracias a los discursos edificantes que diversas instituciones postulan. (inf. 1)

Es un proceso dialéctico en que interactúan (inf.2)

Ambas. Naturalmente, nuestra formación tiene que ver desde el seno de la familia, por lo tanto muchas veces somos el reflejo de lo que vemos y vivimos en casa, los principios que nos conforman y los valores que nos integran como persona la mayor parte de los casos son enseñados por nuestros padres o familiares cercanos. (inf. 3)

Se aprenden y se enseñan, es un círculo, alguien los “enseña”, es decir, los muestra, es decir, los ejerce (…) los “enseña” para que otro alguien los “aprenda” y así sucesivamente. (inf.4)

(…) si los valores se enseñan, es necesario que se aprendan (inf. 5)

La educación lleva implícitos los valores de los sujetos involucrados. A través del proceso educativo uno aprende/comprende lo que tiene valor en su cultura y decide lo que tiene valor para sí mismo. (inf.6)

Se aprenden ya que se parte de un aprendizaje por imitación y por derivación de enseñanzas directas o indirectas. (inf. 7)

-Ambos casos. Primero se aprenden, al seno familiar y escolar (…) De ahí, va adquiriendo otros conceptos valorales y/o redimensionando otros a partir de otros medios como la experiencia, la lectura, el cine, (inf.8)

Se enseñan y se aprenden. Se enseñan de generación en generación tanto en la familia, en la escuela y dentro de grupos sociales. El aprendizaje de los valores se da en aquel individuo que tiene consciencia de la importancia de éstos y que, además, tiene la disposición y la actitud de que con el aprendizaje de los valores gana como ser humano (el subrayado también es del informante 9)

Los valores pueden aprenderse y enseñarse, ya que muchas veces hasta que una persona no se topa con una situación específica no entiende el dilema que puede presentarse por la omisión o la decisión de potenciar un valor. (inf. 10)

Como se observa, es notable, y en algunos casos con un buen fundamento teórico de diversos cuerpos conceptuales, la manera en que los informantes integran y asocian la enseñanza con el aprendizaje como forma de respuesta que evade la disyuntiva; sin embargo, la experiencia pedagógica nos hace inferir que no siempre en la realidad educativa la relación enseñanza-aprendizaje es tan natural o mecánica. Lo que se enseña no necesariamente es lo que se aprende y viceversa. Lo que vemos como significativo en la muestra es que a pesar de la solvencia teórica plasmada en categorías y conceptos predomina una representación social causal, mecánica y tradicional del hecho educativo.

7.6) Películas de cualquier tiempo y lugar y los valores que se decantan de ellas
Ya más próximos al cine y la ética, en la siguiente pregunta nos interesaban principalmente dos aspectos:

1) Saber el fondo cultural y ético con que contaban los entrevistados y como relacionaban las películas con los valores.
2) También si había recordación de la escena con el valor. Esto sobre todo porque es algo que ya teníamos pensado como estrategia y queríamos saber que pensaban y cuál era su reacción en el momento de aportar.

Los informantes compartieron, en total, 47 películas. La mayoría de las últimas tres décadas (1970-2000), notando que menos de cinco son del último lustro. Creemos que se espera la prueba del tiempo para que una película pueda ser recomendada en el sentido que se los solicitábamos, aunque hay evidentes contra ejemplos: Juno y El laberinto del fauno, que al parecer ya no lo necesitaron.

Los filmes que arroja la muestra son predominantemente estadounidenses, lo que era predecible, como lo manifestábamos a nivel hipotético, por la hegemonía de esta nación (baste analizar la cartelera cinematográfica de cualquier país en los últimos 50 años[1]), sin embargo, y a pesar de ello, hay también productos de otras cinematografías y bastante bien representadas, como la mexicana, española, italiana, inglesa, australiana y japonesas. Hay películas clásicas, consideradas así por los expertos (Mamet: 1991; Gubern: 2000), de la mayoría de los géneros (intimistas, bélicas, costumbristas, musicales, históricas, infantiles, melodramas, fantásticas, thrillers, westerns), ubicadas en corrientes como el neo-realismo, Dogma o la nueva ola francesa, o cine de autor como Kurosawa, Kubrick o Kieslowski. La lista en sí misma es de un inmenso valor.

Con relación a los principios y valores encontramos variedad y, en general, el valor que señalan está bien integrado en la película. Los valores más referidos, con más de tres menciones, son la libertad, el amor, el respeto, la constancia y la amistad.

Aunque no nos detendremos en las posibles interpretaciones de las razones por las que esos valores se mencionaron, incluimos, por la importancia que puede tener para los procesos educativos, la lista y cuadro completo que resume está pregunta.

7.7. Cine actual
En la pregunta a los informantes se les propuso un primer recorte de películas recientes que habíamos detectado se podrían trabajar en términos de valores.

De las quince películas, la más referida fue el Laberinto del fauno. Supusimos que se debía al éxito que tuvo primero en Europa (Cannes/Francia y en los Goyas/ España) y luego en nuestro país después de la llamada “noche mexicana” en la premiación del Óscar de febrero de 2007.

Además de este palmarés, es innegable el nivel de calidad cinematográfica que tiene la película.
Algunas frases que mencionan sobre El laberinto del fauno con relación a los valores son las siguientes:

La película está repleta de enseñanzas. Particularmente, la parte de la libertad creativa de la niña, cuando tiene que construir su historia paralela frente a la tiranía. Me parece que toda la cinta resalta. (inf. 1)

Me parece que toda la cinta resalta la inocencia infantil como forma de sobrevivencia en un mundo desgastado y dividido por la guerra. (inf. 2)

La solidaridad se ve en la escena en que la actriz Maribel Verdú y el doctor ayudan al hermano (inf. 8)

La valentía y el amor hará luchar por su familia para luchar en contra del tirano (inf. 9)

Como se puede observar, son varios los valores que se pueden rescatar de la película mayormente nombrada entre los informantes, pero cabe destacar en esta pregunta que notamos que la mayoría de las películas propuestas a ellos en el primer listado no habían sido vistas. Suponemos que esto se debe a que se proyectaron en los circuitos culturales de la ciudad de México (casas de arte, festivales, Cineteca Nacional, cartelera universitaria, muestras) y por muy poco tiempo; a veces una sola función o semana, hecho que bien visto resulta absurdo en una de las ciudades más grandes del planeta. Esto se puede corregir, cómo está sucediendo, al aparecer esas películas en otros formatos (DVD) y puedan ser vistas y usadas por los colectivos escolares.

7.8. Otras recomendaciones de películas contemporáneas
En esta pregunta, lo que tratábamos de entender, en correlato a la pregunta anterior, era que los informantes nos sugirieran películas actuales susceptibles de ser trabajadas con valores y que no estuvieran en la lista que proponemos. La delimitación, como se sabe, era el último lustro: 2003-2008. En efecto, aquí también buscábamos contrastar nuestras creencias.

La lista arrojó productos cinematográficos interesantes, por lo que decidimos incorporar algunas a la parte final del texto de las estrategias didácticas y recomendar todas. Esta es una nueva lista del cine del último lustro que se puede manejar éticamente en el salón de clases y que se desprende de los informantes. También la compartimos a continuación porque da también pistas de trabajo. Se anotan como fueron expresadas y no técnicamente.
· Dogville
· Los niños del fin del mundo
· Across the Universe
· Big Fish
· Los falsificadores
· Qué hacer en caso de incendio
· Asesino al asecho
· Escritores por la libertad
· Erin Brokowich
· Antes de partir
· Farenhtheit 911
· Sin lugar para los débiles
· Petróleo sangriento

Del mismo modo, tomamos la decisión incluir algunas de estas películas cómo recomendaciones complementarias específicas de algunas películas con temas cercanos.

7.9) Estrategias didácticas y cine
Dado el perfil del informante que buscamos (profesionales de la educación), las respuestas aquí también tienen un incalculable valor, por lo que al igual que en otras preguntas, titulamos y sintetizamos algunas de las estrategias didácticas que recomendaron los informantes:
1.- De la sorpresa a la actividad:
Enfrentar al alumno a la sorpresa de la proyección y generar una discusión guiada tras la película, o bien, generar una guía de tópicos a observar en la película (se recomienda como actividad didáctica). Puede ser un cartel para la misma o un spot publicitario que articule lo estudiado. (inf.1)

2.- El valor universal:
Plantear un valor humano, universal o cultural, explicándolo, para después llevar a cabo la proyección (inf.2)

3.- Relacionar con otro medio:
Enriquecerlos con series como los Simpson o Malcom el de en medio que en el fondo transmiten ciertas cuestiones éticas (inf. 3)

4.- Proximidad, giro y explicación:
Lo esencial es que sean películas que “peguen” en la juventud. Esa creo que es una estrategia básica y se remonta al mismo momento de elegir la película, los alumnos se maravillan cuando de películas (o canciones o revistas o productos) que ellos consumen a diario el maestro puede extraer análisis que le dan otra vuelta a la tuerca (…) la tarea del profesor es desmenuzar las películas y mostrar (o mejor, hacer que los alumnos encuentren) los valores que muestran. (inf. 4)

5.- El camino de la toma de decisiones:
1. Comentar antes de la clase situaciones referentes a la claudicación de los ideales con el paso del tiempo.
2. Debate que deberá quedar abierto acerca del tema.
3. Después de la película, los alumnos tratarán de explicar qué llevó a cada uno de los personajes a tomar sus decisiones, qué consecuencias tuvieron (en lo individual y en lo social).
4. Los alumnos valorarán esa toma de decisiones.
5. Se puntualiza a lo largo de toda la clase que de lo que se trata es, precisamente, de la importancia de tomar decisiones y asumir sus consecuencias ( inf. 5)

6.- Los pasos de entender al cine como dilema ético:
a) Establecimiento de un dilema ético relacionado con el contenido de la clase y en relación con los destinatarios.
b) Propuestas de lo que se haría en ese caso.
c) Presentación de escenas de películas donde aparezca ese dilema o uno parecido (contextualizado).
d) Discusión acerca de cómo se resuelve en cada caso.
e) No perder de vista que no se trata de defender un valor o valores a ultranza, sino de comprender la situación.(inf. 6)

7.- Actitudes y valores de los protagonistas:
1. Que los alumnos identifiquen en los protagonistas valores específicos y como son desarrollados por estos.
2. Que los alumnos puedan analizar y generalizar las actitudes y conductas de los protagonistas hacia nuevas situaciones y problemas cotidianos. (inf. 7)

8.- Dinámicas grupales:
· Diálogo simultáneo (cuchicheo)
· Técnica expositiva
· Método de caso
· Dramatización
· Debate dirigido
· Lluvia de ideas

7.- Discusión
Para poder establecer el valor de lo que encontramos en las respuestas de nuestros informantes, partimos de lo que señala y concentra Garzón Bates (1997) con respecto a la ética y su sentido:

La ética se ocupa de nuestro comportamiento dentro de la sociedad, pero a diferencia de la moral, no prescribe el curso de nuestra conducta o nuestras acciones incluso establecen bases para criticarla. De allí que abra la posibilidad de comportamientos distintos de los de la moral establecida por una comunidad o por la sociedad. La ética puede ayudarnos a elegir, pero no nos impone rígidamente una elección.

Justamente lo que nos parece más revelador de la investigación exploratoria es la facultad personal que ejercen los maestros, como actores principales del hecho educativo, de asumir sus saberes y creencias y ponerlos en juego para que responder creativamente ante el desafío formativo de los alumnos.

Lo que resulta evidente es que el formar éticamente aún con un medio como el que cine que proponemos, en sí mismo es complejo, se reestructura didácticamente de muy diversas maneras por los maestros. En los datos notamos más que prescripción didáctica propuestas innovadoras para el salón de clase, de un conocimiento del que se fueron apropiando los profesores a lo largo de su vida, en experiencia y muy seguramente lecturas y pláticas informales en las que especulamos por la calidad y contundencia de las respuestas en cuanto a un saber escolarizado, más allá de donde fueron formados académicamente. Pero que además en forma solvente utilizan (o por lo menos sabrían como utilizar, por lo que reportan) en su quehacer cotidiano educativo.

8.- Conclusiones
1. Para el colectivo de informantes consultados las tres categorías que se desprende del término ética y que son centrales a esta investigación son: En primer lugar, la ética y su estrecha relación con la vida de las personas; con los comportamientos, con la conducta, con las acciones de todos los días.

La segunda categoría es la de toma de decisiones y es la que sin duda nos abrió una inmensa ventana sobre lo que creemos debe trabajarse en la relación cine y ética. Nos explicamos; en las películas, los protagonistas de las historias lo que hacen inevitablemente es tomar decisiones que dan continuidad o giros a los acontecimientos. De ahí la luz que tomó este dato. Lo que propondremos en el trabajo de las películas gracias a este hallazgo es marcar muy claramente las secuencias y proponerles preguntas que insistentemente hagan a los alumnos observar y seguir las decisiones que van tomando los involucrados en las tramas, lo que permitirá que la observación de las películas se haga de forma alterna y minuciosa.

La tercera categoría es tal vez a la que más se recurre cuando se alude al concepto de ética (valores, principios, normas etcétera). Lo que inferimos finalmente es que no estamos ante un concepto el cual se puede explicar de una vez y para siempre. La ética es una disciplina que se puede manejar de distintas aristas.

2. Una segunda gran enseñanza que se desprende de esta investigación es la clara asociación que hay entre educar y educar en valores., prácticamente la información que obtuvimos no ve forma de desprender la educación de la ética. Pero sería muy interesante contrastar este punto de vista que arroja la información con la realidad escolar sobre todo en dos cosas:

a. Que este proceso no siempre se da en los espacios escolares. Lamentablemente, todavía los maestros imparten la clase que les toca cumpliendo con el programa en el cual no hay espacio temporal para un trabajo formativo integral del educando.
b. La incorporación que se ha hecho de la ética, la educación en valores o el civismo, así como los espacios de formación y humanismo, son casi siempre propuestas duras, rígidas y que aparecen casi siempre de manera curricular como materias; los maestros y los alumnos las asumen como las otras asignaturas que hay que tomar o impartir y acreditar o evaluar. Tampoco aquí hay mayor trabajo formativo y sólo exponer y muchas veces memorizar los contenidos.

3. Los lugares comunes en que el cine sólo divierte y entretiene volvieron a aparecer en las representaciones que tenían los informantes sobre el cine. Sin embargo, hay dos datos muy reveladores en la información: el cine sirve para muchas cosas más que para evadirse y el cine se ha incrustado de forma irreversible en los procesos educativos de aprendizaje y culturales. Es muy claro que esto, se puede constatar cada vez más en casi cualquier centro escolar; los maestros utilizan el cine para promover aprendizaje.

4. Existe consenso según la información obtenida de que el cine educa y se muestra evidencia de que el cine educa de muy diversas maneras y sobre lo más distintos objetos de conocimiento y contenidos. Recomendamos para una investigación etnográfica lo que queda por saber, por ejemplo, los logros completos alcanzados en la utilización del medio con fines educativos.

5. Los valores se enseñan y se aprenden concluyen los informantes casi sin encontrar ruptura entre ambos. Sin embargo nosotros insistimos en que muchas veces sobretodo en la realidad actual lo que dice/enseña el maestro no es necesariamente lo que aprende el alumno. Y también de manera obsesiva pensamos que una mediación necesaria entre el mundo del aprendizaje y el mundo de la enseñanza pueden ser los medios trabajados de otra manera.

6. El valor supremo que tiene como hallazgo la presente investigación es, a nuestro juicio, poder mostrar el capital intelectual y de representación (conceptos, películas, estrategias, usos) del que disponen los maestros, más allá de lo que específicamente dan como clase, la materia que imparten o su formación. Ninguno de ellos es maestro de ética o cine; sin embargo, en sus opiniones la solvencia y entereza sobre el tema de consulta es muy evidente. La recomendación aquí es muy puntual: profundizar y ampliar esta investigación a otros colectivos docentes, incorporando siempre, como más adelante lo intentaremos, su conocimiento, sabiduría, desprendimiento y generosidad.

7. En la literatura de las Ciencias Sociales en general y en la de la Ciencia de la Comunicación y Educación en particular es muy socorrido el argumento (por ejemplo en los textos didácticos) de la importancia y el carácter insustituible del profesor. Pero como en todos los lugares comunes lo relevante es demostrar que en efecto los maestros son distintos y tienen estrategias distintas. Este trabajo muestra como comprenden y usan el medio cinematográfico uyna muestra de profesores en forma creativa e innovadora.

El uso del cine en el aula escolar, que venia gestándose desde la tecnología educativa -implementada en América Latina desde los setenta del siglo pasado- alcanzó su derecho pedagógico y generalización tecnológica( por lo menos en los centros escolares urbanos promedio) en la primera década del siglo XXI. Sin embargo, es indispensable no saltarse el rito de iniciación que significa re-pensar el medio en ámbitos educativos.

Por lo anterior, lo que nos proponemos como trabajo inmediato es retomar los datos aquí expuestos para es el diseño de una estrategia general didáctica para el trabajo de los films que incluya elementos como: la novedad, la ficha técnica, el trabajo con fotogramas, escenas, secuencias, preguntas detonantes de ideas, trabajo previo, durante la proyección, reflexiones finales, dilemas éticos, etc. Por último, como resulta lógico nunca quisiéramos jamás sustituir al profesor, más bien estar juntos con el en la butaca o en el mesa-banco, aprendiendo a reutilizar al cine.

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* Coordinador de la Maestría en Educación Ambiental de la Universidad pedagógica Nacional. Unidad UPN095 D.F. Azcapotzalco.
[1] El panorama se repite en casi toda Latinoamérica. La cinematografía de Estados Unidos cubre cerca de 80% de la oferta, y este porcentaje puede ser mayor en países sin producción propia. (La Jornada. miércoles 18 de junio de 2008. Página 8ª)

Déficit de socialización por habilidades sociales

Guadalupe León Chávez** y Juana J. Ruiz Cruz***

Introducción
La escuela como institución, ha sido objeto de constantes estudios sobre la calidad de la enseñanza, el nivel educativo, los recursos destinados a ella, su papel dentro de la sociedad, la función que debe o debiera desempeñar, los métodos de enseñanza, los recursos didácticos, etc. Múltiples problemáticas que se dan dentro de ella han sido centro de variadas discusiones, críticas, investigaciones y estudios, sin embargo se deja un poco de lado lo que se conoce sobre las situaciones que influyen y pueden afectar el desarrollo de los alumnos dentro del contexto escolar.

Por lo general cuando hablamos de los alumnos y el contexto escolar, nuestra atención se dirige hacia el aspecto académico principalmente, dejando de lado que existen otros aspectos que de igual manera son importantes y que requieren de la misma atención por parte de los padres y maestros.

El desconocer las funciones de la escuela lleva a una incorrecta noción de los objetivos que se deben cumplir al interior de ésta, la escuela no sólo tiene una función académica, su función abarca mucho más que eso, ya que es formativa lo que quiere decir que le debe proporcionar al alumno los elementos y las herramientas que le permitan desenvolverse en diversos ámbitos con éxito.

Es preciso entonces, conocer más a fondo todo lo que implica una formación escolar y saber cuales son los aspectos que probablemente se estén descuidando y que puedan incluso ser los principales generadores de conflictos al interior de un grupo escolar o de la institución completa, ya que en ocasiones la falta de información nos impide ver la importancia que tienen ciertos aspectos que a simple vista pudieran parecer insignificantes a los ojos de los demás.

Conocer de lleno los problemas y conflictos a los que se enfrenta un alumno durante su vida escolar, nos abre el panorama y nos permite entender el por qué de las actitudes de algunos de ellos, también nos da oportunidad de conocerlos más a fondo y de poder ayudarles a solucionar sus conflictos.

Una de las dificultades a las que se enfrentan algunos alumnos en los diferentes niveles educativos y que es el tema de este trabajo, es a la dificultad para poderse integrar a su grupo social, lo que les provoca una serie de conflictos tanto internos, como externos, además de traerle consecuencias de nos ser superado el problema a tiempo y de forma satisfactoria.

Lo que se pretende con este trabajo de investigación es dar a conocer los procesos de socialización de los individuos en edad escolar, los elementos que influyen en éste, los factores que pueden afectar el desarrollo de socialización de un individuo, y sus posibles consecuencias, además de aportar algunas sugerencias que puedan ayudar a encontrar un solución a este problema al que se enfrentan algunos alumnos.

La integración de un individuo a su entorno social depende de muchos factores tanto de carácter externo, como puede ser el contexto, como de carácter interno, como puede ser el nivel de desarrollo del individuo. Sin embargo en este trabajo lo que se plantea es que un alumno puede integrarse a un grupo social en base a la habilidad que tenga para manejar la situación de tal forma que no le genere un conflicto que afecte su comportamiento, situación académica, su estado emocional, etc. Lo que abre el panorama para los maestros, padres y alumnos, ya que les permite saber que es lo que puede estar ocurriendo y les permite conocer los elementos que pueden ayudar a modificar la situación actual del alumno.

La elección de este tema surge a partir de que tengo la oportunidad de trabajar en los diferentes métodos, currículum y edad de los sujetos que se encuentran en cada uno de ellos, siempre hay algo en común en cada uno de estos grupos: alumnos que no se integran al grupo escolar a pesar de sus desesperados intentos por lograrlo. Al tratar de integrar a algunos de ellos sin éxito, surge mi inquietud por el tema y así este trabajo de investigación.

Antecedentes
Remontándonos al origen del hombre como un ser con características particulares y distintivas del resto de los seres vivos, los interaccionistas simbólicos[1] afirman, que el hombre es un ser social por excelencia y aunque la mayoría de los seres vivos vive en grupos, las relaciones que establece el hombre con sus iguales son sumamente complejas y parte de un proceso que se va construyendo y reconstruyendo y que no se da por mero instinto, esto es lo que lo hace diferente del resto de los seres vivos.

La existencia del hombre depende hasta cierto punto de su desarrollo social. Uno de los aprendizajes más importantes del hombre es el de aprender a convivir con otros. El ser humano no puede progresar en el aislamiento absoluto.

No existe un registro exacto que especifique cuando o donde surgen las dificultades para socializarse, pero es un echo que desde que el hombre es hombre se ha tenido que enfrentar a algunos obstáculos para poder integrarse a un colectivo o a una sociedad.

Para Aristóteles, como para otros pensadores de la antigüedad, el hombre es un ser que vive en sociedad, y esta no es una cualidad indiferente o pasajera sino que es su nota fundamental. Nada hay que pueda llamarse humano que exista fuera de la sociedad.

Marx decía que el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida con lo cual produce indirectamente su propia vida material.

Así mismo los interaccionistas simbólicos[2] afirman que los hombres son seres sociales que viven una existencia grupal, pero que a diferencia de las hormigas, termitas, abejas y otros insectos sociales, los seres humanos modelan su vida dentro de las comunidades que forman.

Este es el mérito del Homo-sapiens, el cuál en vez de desarrollar adaptaciones orgánicas frente a ambientes particulares, hizo adaptaciones culturales producto de mecanismos sociales.

Dentro de la escuela, el desarrollo social ha tenido un gran peso, tanto que, actualmente se le ha reconocido como un agente socializador, pero esto no siempre fue así, ya que en ciertos momentos de la historia se manifestaba que la escuela era instructiva, lo que significaba que los educandos salían preparados para integrarse a un campo laboral, ya que sabían obedecer, y disciplinarse, sin embargo, en la escuela no se les proporcionaban las herramientas para integrarse a una sociedad de manera efectiva. Conforme ha pasado el tiempo, la socialización ha tenido cada vez mayor importancia y peso, ya que la escuela ha pasado a ser instructiva a formativa y dentro de esta formación se incluye un desarrollo social, además de que actualmente la escuela es considerada como uno de los principales agentes socializadores después de la familia, lo que le genera una mayor responsabilidad ante la sociedad. Sin embargo todavía existen carencias, es necesario que todos los actores involucrados en la educación (padres y maestros principalmente), conozcan en que consiste el desarrollo social, (como se va presentando, que factores son determinantes en éste proceso, quienes participan o influyen en el proceso vaya madurando y perfeccionándose conforme el alumno crece), sin embargo las fuentes de información que se proporcionan son muy pocas y muy superficiales y la información abordada con profundidad y detalle sobre el tema, en su mayoría esta dirigida a otros especialistas, lo que le dificulta al maestro y al padre de familia conocer y comprender el tema.

Actualmente con las formas en Educación Básica basadas en competencias, ya hay mayor difusión sobre el tema, pero desgraciadamente existen huecos en la información producto de muchas ambigüedades y falta de claridad en algunos términos y conceptos que son determinantes para que el maestro pueda ejecutar su tarea, por lo que es necesario que encuentre información más específica que le ayude a comprender mejor de el tema, lo que le permitirá realizar mejor su labor socializadora.

Justificación
Hace tiempo que la escuela reconoció sus responsabilidades en el sentido de encauzar al alumno hacia el logro de adecuados ajustes sociales. En 1998, la Conferencia Mundial sobre la Educación, celebrada en la sede de la UNESCO, expresó que es necesario propiciar el aprendizaje permanente y la construcción de las competencias adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social, y económico de la sociedad.

Aprender a vivir en sociedad es un requisito ineludible en la educación del hombre. Este aprendizaje es responsabilidad de la familia en primera instancia y posteriormente de la escuela y la familia, de ambas. Realmente existen diversos estudios sobre las relaciones personales como proceso y es a partir de aquí que surge la propuesta de potencializar este proceso en los alumnos para que puedan integrarse a una vida en sociedad.

Yo inicié éste trabajo como un registro de datos de algunos alumnos que estaban aislados de sus compañeros y que trataban de integrarse al grupo escolar sin lograrlo, entrevistando a estos alumnos y registrando diversos detalles que se dieron al interior de los grupos, me pude percatar de que la falta de información y conocimiento sobre el tema no permite que la situación sea detectada por los profesores y padres de familia, incluso el mismo alumno no es consciente de que su condición no está bien y que necesita ayuda. Y por supuesto tampoco se conoce las causas que lo originan y sobre todo las consecuencias que pueden tener a corto y largo plazo, por lo tanto padres de familia como maestros optan por creer es parte de su personalidad y por lo tanto no requiere de ayuda
Los alumnos que presentan una dificultad constante para relacionarse con sus iguales [3] en el contexto escolar, no logran integrarse por completo a un grupo, situación que genera en ellos un sentimiento de frustración por no lograrlo. Estos alumnos tienen más elementos en contra que a favor para resolver su situación, algunos de ellos son:
· Como al interior de un grupo ello son minoría, muchas veces pasan desapercibidos o son ignorados a pesar de que es muy evidente que estos chicos no están bien.
· La problemática de estos alumnos no está diagnosticado de manera formal ni como enfermedad, trastorno, o problema a menos que se vea ligado a algún otro padecimiento.
· La información que existe al respecto, por lo general, esta dirigida a psicólogos y otros especialistas, pero es poco lo que docentes y padres de familia se pueden informar.
· Dentro de la escuela siempre se tienen en cuenta las necesidades de los alumnos, incluso los planes y programas mencionan que hay que partir de la necesidades e inquietudes de los alumnos para iniciar el proceso de enseñanza aprendizaje, desafortunadamente en la práctica, éstas necesidades se reducen a las físicas como alimento, vestidos, salud, necesidades académicas como conocimientos, aprendizajes, material, uniforme, atención de los padres en el desempeño escolar y las actividades escolares y necesidades económicas, olvidándonos que existen otras necesidades cubrir y tomar en cuenta.

Por lo anterior, considero que es necesario investigar e informarse más sobre el tema, para poder ayudar al alumno no sólo a integrarse a su grupo escolar, sino para que el pueda integrarse en cualquier contexto social, de lo contrario, la escuela no estará cumpliendo su función al 100%.

Objetivos
La finalidad de este trabajo, a partir de lo que ya se ha planteado, es:
Plantear una situación, que si bien siempre ha existido en el contexto escolar, es poco lo que se sabe de ella, ya que existe muy poca difusión al respecto.
Informar sobre el proceso de desarrollo, los diversos elementos que participan en él, las posibles causas y las consecuencias.
A partir de la información que se aportó, el lector reconozca la importancia del tema. Pueda detectar un problema de socialización, y utilice los elementos dados para tratar de resolverlo en la medida de sus posibilidades.

Por lo anterior lo que se pretende responder en esta investigación:
· ¿Qué importancia tienen y que papel juegan las relaciones sociales dentro del contexto escolar?
· ¡Qué elementos conforman el proceso de socialización?
· Qué elementos de éste proceso son determinantes para que un alumno pueda integrarse a su colectivo escolar?
· ¿Qué elementos de la socialización pueden ayudar a sobrepasar los obstáculos impuestos por la sociedad, instituciones, ideologías, etc, a los que se enfrentan los alumnos?

Delimitación del Objeto de estudio

Déficit de socialización por habilidades sociales
A todos en algún momento nos ha pasado que nos cuesta trabajo entablar una relación con alguien, o de momento nos sentimos rechazados por las personas de un lugar al cual acabamos de llegar como puede ser una nueva escuela, un nuevo trabajo, una fiesta, etc. Esto es muy común y no requiere de mayor atención, ya que normalmente al paso de algunas horas o días ya hemos logrado socializar con alguien y poco tiempo después ya nos hemos integrado al grupo completo. Sin embargo, esto no siempre ocurre y pueden pasar horas, días, semanas o meses y las personas jamás se logran integrar a un grupo, algunas veces entre más lo intentan, más se alejan de él y en otras ocasiones ni siquiera saben como intentarlo por lo que se mantienen al margen de la situación.

En el contexto escolar, pasa algo similar, ya que existen alumnos que al no poder integrarse o relacionarse con sus compañeros de grupo se mantienen apartados de los demás, algunos en sus intentos logran relacionarse con una o dos personas, pero siguen al margen del grupo, y otros más a pesar de sus intentos no logran entablar ninguna relación y además llegan a ser agredidos, ridiculizados a la menor oportunidad, ignorados, etc. Es en situaciones como éstas, cuando se considera que hay problemas de socialización, ya que si bien es cierto que los grupos pasan esta barrera a partir de poner en práctica ciertas habilidades que le van a permitir salir delante de la situaciones que se le vayan presentando, entonces me pregunto ¿Por qué algunos alumnos no pueden hacerlo?

Al llegar a este punto después de un arduo trabajo de investigación, pude determinar que ésta es una dificultad más a la que se enfrentan algunos alumnos en el contexto escolar. Para poder conocer esta problemática es necesario asignarle un nombre que refleje la situación que los alumnos están padeciendo, que permita identificarla de lo que se habla cuando la mencionamos. Es por esto que tomando en cuenta todos los factores analizados con anterioridad, y las características del problema, yo le he llamado “Déficit de socialización por habilidades sociales”.

Debo aclarar que este término, lo tomo a partir de determinar que el problema lo están ocasionando las pocas herramientas sociales que tiene el alumno, además la dificultad que tiene para emplearlas en el proceso cotidiano de socialización dentro del contexto escolar.

Para poder definir lo que es déficit de socialización partiremos de la palabra déficit. Según el diccionario de las Ciencias de la Educación [4] déficit es la insuficiencia de un recurso o un bien material respecto a las necesidades. Por otra parte el diccionario Océano lo define como falta o escasez de algo que se juzga necesario para satisfacer una necesidad. Así mismo se define socialización como el proceso por el cual los individuos en su interacción con otros, desarrollan las maneras de pensar, sentir, y actuar que son esenciales para su participación en la sociedad. Dicho en otras palabras, vander lo define como el proceso por el cual todo miembro de una sociedad interioriza durante su época de crecimiento unos esquemas de conducta que le permiten comportarse en esta sociedad en conformidad con las convicciones y normas. Por lo que partiendo de ambos conceptos, Déficit de socialización por habilidades sociales:
Es la deficiencia o carencia de las habilidades sociales en el proceso de socialización, el cual le impide o dificulta al alumno integrarse a un grupo social.

Es así como yo defino esa dificultad de algunos adolescentes para socializarse en la escuela, pero no sólo haciendo referencia al problema Déficit de socialización, sino también a la causa por habilidades sociales. De tal manera que este problema queda perfectamente delimitado no entremezclando otros problemas y causas, lo que nos va a permitir conocerlo e identificarlo más rápido y evitar confundirlo con algún otro.

Marco Conceptual
a) Psicología social
La psicología social surge a partir de la inquietud del hombre por saber como se da la relación de los individuos con la sociedad. Es así como empieza con las primeras investigaciones al respecto de cómo y porque los individuos se desenvuelven dentro de una sociedad. Antes de que la psicología fuera considerada una ciencia, muchos de los problemas que actualmente estudia la psicología social, ya eran identificados por algunos filósofos y pensadores, y en algunos casos ya eran objeto de estudio aunque no en términos científicos, ya que no se consideraba a la psicología como parte de la ciencia.
Actualmente la psicología se divide en varias ramas, una de ella es la Psicología Social, cuyo objeto de estudio es determinar cual es la influencia del entorno social en la conducta y comportamiento de las personas, además de estudiar los procesos y las condiciones mediante los cuales se presenta la socialización.

Los psicólogos sociales buscan determinar el porque de ciertas conductas y actitudes del individuo, para así poder encontrar una respuesta lógica a ciertos fenómenos, así mismo pretende demostrar como es que toda actitud y comportamiento del hombre (pensamientos, emociones, deseos, acciones, juicios, etc). Están influidos por estímulos sociales. La psicología social tiene áreas de estudio en común con otras disciplinas, especialmente con la sociología y con la antropología cultural. Según el Manual de Psicología Social, las tres ciencias se diferencian de la siguiente manera: el sociólogo estudia los grupos sociales y las instituciones, el antropólogo las culturas humanas y el psicólogo social estudia el cómo los grupos sociales, las instituciones y la cultura afectan a la conducta del individuo.

Según Vander (1986:125), una de las áreas de estudio más importantes para la psicología social es la Socialización [5] , ya que una de sus principales inquietudes radica en cómo las personas aprenden las reglas que regulan su conducta en la sociedad, los grupos a los que pertenecen y las relaciones interpersonales que entablan con otras personas.

b) Teoría Cognitiva Social
Como fundamento para este trabajo tomo de la Psicología Social la Teoría Cognitiva Social cuyo principal representante es Albert Bandura. De acuerdo con Alvarado y Garrido (2004), esta teoría establece que los seres humanos no reaccionan de manera automática y mecánica a los estímulos del ambiente, ni la mente es una computadora que procesa la información automáticamente, produciendo un determinado resultado sin que intervenga la conciencia. La Teoría Cognitiva Social de Bandura descansa sobre la idea de que la persona es un agente de su propia conducta. Esta capacidad de agencia procede de cinco capacidades básicas que caracterizan a los seres humanos:
a) Capacidad simbólica, mediante la que podemos dar sentido, forma, contigüidad, a la experiencia, además de memorizarla para anticipar acontecimiento.
b) Capacidad vicaria que nos permite aprender mediante la observación de los comportamientos de los otros.
c) Capacidad de previsión, que guían y motiva anticipadamente las acciones y forma expectativas sobre las consecuencias de la acción.
d) Capacidad auto-regulativa, que asume que podemos tener control sobre nuestros pensamientos, sentimientos, motivaciones y acciones, lo cual permite reemplazar los controles externos por los internos.
e) Capacidad auto-reflexiva, mediante la que tomamos conciencia de nuestra experiencia y de nuestro propio pensamiento.

La elección de esta teoría se debe esencialmente a que se enfoca en entender cómo estructura el ser humano sus procesos y los lleva a cabo y establece que el individuo es capaz de modificar sus comportamientos para lograr determinados fines, lo cual es una de las ideas centrales de este trabajo.
A partir del análisis de los comportamientos y acciones de los individuos se puede determinar que es lo que esta fallando y que es lo que ser debe modificar para lograr el objetivo marcado.
Además busca que el individuo se consientice de sus acciones y actitudes de tal manera que las razones para que las pueda emplear de manera satisfactoria al encontrarse ante situaciones difíciles.

c) Psicología educativa
De acuerdo con Efraín Sánchez Hidalgo la psicología educativa tiene como objetivo de estudio la conducta que se desprende de un aprendizaje. Dicho en otras palabras, establece que todo aprendizaje modifica la conducta, es decir, que los individuos van modificando sus conductas y actitudes conforme van adquiriendo nuevos aprendizajes, es un mecanismo de adaptación a nuevas circunstancias o esquemas a los que se enfrentan los individuos.

Desde el punto de vista psicológico, se refiere a la modificación más o menos permanente de la conducta resultado de su experiencia en el ambiente, es decir, a partir de encarar situaciones nuevas que ponen al aprendiz de prueba. Si éste hace uso de sus capacidades, habilidades y conocimientos para superar las dificultades que se le presenten, a ese logro se llama aprendizaje. El individuo va cambiando a medida que adquiere nuevos aprendizajes.

Generalmente el aprendizaje se relaciona exclusivamente al ámbito académico. En este sentido, el aprendizaje se limita a aquellos logros académicos producto de la actividad escolar, y se piensa que ésta es la función exclusiva y más importante de la escuela, dejándose de lado otros tipos de aprendizaje. Lo académico es una clase específica de aprendizaje. Aprender dentro de la escuela es una actividad mucho más amplia.

De acuerdo con Efraín Sánchez Hidalgo, el concepto global y amplio de aprendizaje incluye, además de la enseñanza de las nociones académicas, que son por sí muy importantes, la de otras no menos importantes, tales como actitudes, intereses, valores, ideales, destrezas motrices, razonamientos, apreciaciones, preferencias, creación, etc. El importante proceso de la vida llamado en lenguaje psicológico los ajustes del individuo se incluyen en el concepto moderno de lo que es aprender. El logro de los ajustes sociales y emocionales están sujetos a los principios básicos del aprendizaje como la adquisición de la habilidad para hallar la raíz cuadrada de un número. (1988-34).

Como se puede apreciar la psicología educativa está muy interesada en todos los aspectos del desarrollo humano, así como las diferentes etapas en las que se presentan cada uno de ellos. Podemos afirmar entonces que los aprendizajes humanos están condicionados por aspectos como:
ü Desarrollo físico
ü Desarrollo motor
ü Desarrollo emocional
ü Desarrollo social
ü Desarrollo mental
ü Desarrollo moral de las personas

Un desarrollo integral, es decir, el desarrollo paralelo de todos estos aspectos, se ve reflejado no sólo en la adquisición de nuevos aprendizajes de una forma más efectiva, también con la gente y comprendería, sin que ello signifique estar de acuerdo con ella en todo momento, son resultados de un paulatino y bien orientado desarrollo social. El escribir de una forma legible y ordenada es el resultado de un buen desarrollo motor.

La psicología educativa no sólo se enfoca a los aprendizajes positivos, si no también a los negativos, los cuales los podemos definir como perjudiciales para el aprendizaje y/o para terceros. Además también busca reorientar ciertos aprendizajes que puedan poner en desventaja al alumno o a un grupo social.

Por lo anterior podemos concluir que la psicología educativa no se limita al estudio y análisis de los aprendizajes académicos, también se enfoca en potencial todas las capacidades humanas con el fin de lograr otro tipo de aprendizajes que permitirán a las personas en desarrollo de una personalidad más sana, estable y feliz, eliminando todos aquellos aprendizajes que pueden ser dañinos o destructivos para los individuos y colectivos sociales. Es por ello que en el presente trabajo de investigación resulta necesario retomar conceptos básicos, procesos y principios de la teoría cognitiva social y la psicología educativa para definir y conocer a fondo problemas sociales que se presentan en el contexto escolar.

Metodología del Trabajo
La presente investigación de corte empírico[6] se realizo en cuatro años, durante los cuales se obtuvieron una serie de datos de campo que son parte fundamental de la misma. Las herramientas etnográficas [7] que se emplearon para la recolección de información son las siguientes:

ü Entrevistas que fueron grabadas en audio con la finalidad de conservar la fidelidad de la información
ü Encuestas en sus dos modalidades: con cuestionarios abiertos y cerrados [8]
ü Observaciones en su mayoría participantes dentro del contexto escolar, las cuales fueron registradas en el diario de campo.

En una primera etapa la investigación se realizó en el municipio de Naucalpan, Estado de México, en una escuela Primaria Oficial, en su único turno, en un grupo de sexto año, aquí inicié como observador no participante realizando diario de campo, además de dos entrevistas a partir de lo cual se establece la pauta para continuar con esta investigación. Posteriormente comencé a laborar en una escuela Secundaria Oficial turno matutino, ubicada en Lomas de Atizapán, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Ya como profesora horas clase[9]continué con la investigación a lo largo de año y medio, tiempo durante el cual recopilé una serie de entrevistas, encuestas y observaciones nuevamente vino un cambio en mi situación laboral, ya que mi recontratación se detuvo por periodo de dos meses y después de mucho insistir me recontrataron en el turno vespertino con menos horas y otras asignaturas, así que nuevamente tuve que adaptarme y darle continuidad a mi investigación, pasando así dos años hasta este momento. Lo interesante es que todos estos cambios lejos de afectar me han dado un campo de acción mucho más amplio y esto ha enriquecido mi investigación y le ha brindado mayor solidez.

Conclusiones
Conocer todos los aspectos y elementos que constituyen el proceso de socialización resulta indispensable para poder determinar que herramientas son las que requieren los alumnos y a su vez saber que es lo que no se está realizando adecuadamente.

La familia juega un papel muy importante dentro de este proceso, ya que proporciona las herramientas básicas para que el alumno se desenvuelva en otros conceptos y además que pueda ir adquiriendo nuevas habilidades.

En el contexto escolar es indispensable conocer las habilidades y las competencias sociales que deben ir adquiriendo los alumnos, lo cual nos permite saber cuales son las deficiencias que tienen y que hay que reforzar.
Es importante saber cual es la función tanto de la familia como de la escuela en éste proceso, para poder determinar la causa del problema y lo que es necesario reforzar o implementar.

Déficit de socialización por habilidades sociales en el concepto que yo asigno a éste problema el cual se refiere a la dificultad de los adolescentes para socializarse en la escuela, y lo defino como deficiencia o carencia de habilidades sociales en el adolescente, que le van a dificultad o impedir socializarse con sus iguales.

Podemos a firmar que para que un individuo sea Competente socialmente se requiere de un conjunto de habilidades sociales, siendo esta la base del proceso de socialización.

Los alumnos con Déficit de socialización por habilidades sociales requieren de una atención especial y para brindarla, es necesario que docentes y padres de familia conozcan el problema y se informen al respecto.

Las consecuencias que éste problema pueda ocasionar a los alumnos de no ser atendidos son muchas, pero las inmediatas, las que se reflejan en esta escuela son: bajo rendimiento académico, ausencia de autoestima, agresividad, aislamiento, entre otras.

Es muy importante dar el apoyo a estos alumnos y brindarles seguridad, además de ayudarles a adquirir las herramientas necesarias para que puedan superar el problema.

Referencias
ABERASTURY, A. y M. Knobel (1985), La Adolescencia Normal. Un enfoque Psicoanalítico. Argentina, Paidós.
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http://www.atizapan.gob.info.htm. Consultada el 23 de marzo de 2006.


** Exalumna de la Licenciatura en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Unidad UPN095 D.F. Azcapotzalco.
*** Directora de la Universidad Pedagógica Nacional. Unidad UPN095 D.F. Azcapotzalco.
[1] Interaccionismo simbólico: es un peculiar enfoque sociológico y psicológico social que alcanzó su desarrollo fundamental en Estados Unidos bajo la influencia de los filósofos pragmatistas, en especial William James y John Dewey. Manual de la psicología social.
[2] Vander Sanden. Psicología Social Paidos 2002.
[3] En psicología se llama iguales a las personas de la misma edad y de un mismo nivel de desarrollo que otras. Eric Digest 2000.
[4] Diccionario de las Ciencias de la Educación. Santillano. Madrit, España. 1983
[5] Vander (1986 125) define la Socialización como el proceso de adaptarse o formarse para un medio social específico).
[6] Se refiere a que la investigación surge a partir del análisis de mi práctica docente, es decir a partir de mi experiencia y son la base de ésta investigación.
[7] Para la recolección de datos he empleado estas herramientas etnográficas por poseer las siguientes características que facilitan mi investigación: Observación Participante: permite observar a los individuos en su campo de acción con discreción y extraer los datos sin provocar un cambio en el comportamiento de los alumnos, como lo pudiera generar una cámara de video o una persona extraña al grupo. La importancia de no alterar de manera significativa el contexto, con la finalidad de que tampoco se altere los datos, es lo que me lleva a realizar una observación participante, ya que por naturaleza del contexto y de mi trabajo facilita la investigación y aportan datos significativos para esta. Para complementar la información, empleo dos herramientas más que me van a permitir extraer más detalles de la situación y las diversas perspectivas de los individuos implicados. La entrevista: es con la finalidad de descubrir lo que son las visiones de las distintas personas involucradas y recoger información sobre determinados acontecimientos o problemas que normalmente no se reflejan en la observación o la encuesta, además de que es una forma de hacer fluir la información la encuesta: es la consulta tipificada y realizada con ayuda de un cuestionario. La encuesta se diferencia de la entrevista en que la información que se obtiene ya está de antemano preparada y estructurada; además, en la entrevista hay una mayor flexibilidad para obtener información. Permites cuantificar los datos y establecer en que proporción y condiciones se encuentran la situación que estamos estudiando. Análisis de la Práctica Docente Propia Antología Básica. 1994
[8] En el Manual de la Psicología Social uno de los métodos de estudio de la Psicología Social es la encuesta y se clasifican en dos modalidades: A) Con cuestionario abierto: se caracteriza por que las preguntas están estructuradas de tal forma que permiten una respuesta libre, sin limites. B) Con cuestionario cerrado o estructurado: es decir que el encuestado está limitado a elegir una respuesta de varias alternativas enunciadas.
[9] En el Nivel de Secundarias Generales del Estado de México, se llama profesor hora clases (P.H.C) a los maestros que estamos frente de grupo que estamos impartiendo las diferentes asignaturas.

La teoría de la actividad en la enseñanza

Gerardo Ortiz Moncada[1] y Silvia Chávez Venegas[2]

El presente trabajo aborda algunas generalidades epistemológicas de la Teoría de la Actividad de Leontiev y Galperin, basada en el enfoque Histórico-Cultural de Vygotsky, con el fin de delinear sus alcances dentro de la psicología y la pedagogía como una propuesta educativa diseñada a partir del carácter orientador de la enseñanza. Se realiza una breve reseña histórica que permite entender el planteamiento de las categorías básicas de esta teoría, para posteriormente discutir sus implicaciones en la educación y en la actividad escolar. Finalmente se bosqueja el método de formación por etapas de las acciones mentales que permite analizar la lógica del desarrollo psíquico de los conceptos y sus implicaciones en las formas y sistemas de actividad propios de los alumnos.

La teoría de la actividad permite estudiar diversos aspectos de la psicología general (Galperin, 1992b, 1976) y de manera concreta facilita el estudio psicopedagógico de la enseñanza (Talízina, 2000, 1988), la cual al ser una rama de la ciencia psicológica, se encuentra con la tarea de establecer los principios teóricos y metodológicos de la psicología que, en su devenir y desarrollo, se desprenden de la aproximación histórico-cultural (Shuaré, 1990) planteada por Vygotsky (1995). El propósito es poder encontrar una teoría que permita resolver problemas generales y particulares de la psicología y que, además, promueva la integración de sus diversas ramas. En este sentido, la aproximación referida resulta ser un soporte teórico y metodológico para la comprensión del proceso educativo, de manera más específica el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Como hasta ahora se ha observado, la propuesta psicopedagógica conductista se enfoca al proceso de enseñanza, sin considerar al alumno más allá de un ente respondiente al estímulo; mientras que en el cognoscitivismo se observa una exacerbación del papel del alumno quién puede o no adquirir y asimilar determinados conocimientos; sin embargo, dicha aproximación no aborda el papel orientador del docente.

Desde la teoría de la actividad se busca conformar una teoría de la enseñanza que se centre en este proceso como un conjunto de aspectos epistemológicos, metodológicos y prácticos en el cual se integra el papel orientador del docente como el elemento clave en el mantenimiento del objetivo de la enseñanza misma, sin que ello excluya el papel del alumno en este proceso. En este sentido, la teoría de la actividad de la enseñanza considera como elemento primordial el nivel de desarrollo psíquico de los niños (Petrovsky, 1985) a partir de su experiencia cultural (Vygotsky, 1978), aunado a su nivel de interiorización y conformación de sus acciones mentales (Galperin, 1992a; Talízina, 1988). Para comprender tal premisa es necesario considerar brevemente la conformación de la teoría de la actividad y sus principios básicos.

Ante los requerimientos teóricos y prácticos de la psicología del inicio del siglo XX, L. S. Vygotsky (1995, 1978) realizó un conjunto de escritos que no sólo criticaban los avances de esta disciplina en aquel momento, además reformuló y planteó una serie de principios que partían de una perspectiva marxista de interpretación de la realidad (Shuaré, 1990). Uno de los retos más grandes era romper con los paradigmas polarizados de corte subjetivista por un lado y los de corte materialista mecanicista por el otro (Merani, 1968). Vygotsky planteaba que ambos aspectos eran importantes; esto es, "la psiquis sin la conducta no existe, como tampoco existe la conducta sin la psiquis" (Vygotsky, op. cit.).

A pesar de que los trabajos de Vygotsky en sí mismos no pertenecen a lo que posteriormente conformaría la teoría de la actividad, resulta sobresaliente que fue él quién, al integrar la conducta con la psique y lo social con lo individual, determinó que para la comprensión del fenómeno psíquico, era necesario salir de sus marcos, y dirigirse a la propia vida del hombre, considerando con ello las condiciones concretas de su existencia. Es posible observar a partir de esta premisa que Vygotsky propugnaba que el desarrollo psíquico está determinado por la asimilación de la experiencia social a partir de su práctica individual.

Además, Vygotsky (González, 1996; Moll, et al, 1993; Riviere, 1988) formuló una categoría de importancia capital para la psicología general y particularmente de gran valor heurístico para la psicopedagogía que corresponde a la mediatización. Este proceso, de acuerdo a Vygotsky, involucra la diferenciación del nexo que relaciona al hombre con el mundo de su interacción con los animales, lo cual es una particularidad de su actividad práctica. Aunado a lo anterior, el hombre ha elaborado diferentes signos que sirven de instrumentos y que mediatizan los procesos psíquicos del hombre; mientras que los instrumentos de trabajo están dirigidos hacia el exterior y conducen a los cambios de los objetos de la realidad circundante; de tal forma, los instrumentos-signos se dirigen hacia el interior y llevan a los cambios de los procesos psíquicos.

Como ya han explicado diversos autores (Vygotsky, 1978; Galperin, 1992a), los signos tienen al principio una forma externa, material, y gradualmente se interiorizan haciéndose internos. En este sentido, el principal sistema, el cual también se sujeta al proceso de interiorización; i.e. al principio se utiliza para la comunicación con otras personas y gradualmente de manera individual en el plano del lenguaje interior (Luria, 1966; Galperin, 1992a). Cabe enfatizar que el lenguaje, en un principio, surgió en la práctica social que favorecía las relaciones entre los seres humanos. Asimismo, la práctica humana favorece la conformación y complejización de diversas relaciones sociales entre las que destaca el habla que materializa al lenguaje como un producto de su cultura. De ahí la naturaleza cultural e histórica de la psiquis humana (Leontiev, 1967; Luria, 1982).

La importancia de los instrumentos radica en que permiten el desarrollo y modificación de la estructura, función y características de la actividad (Talízina, 2006). Para Vygotsky (1978), la mediatización a partir de instrumentos y signos conduce a la articulación de las funciones psíquicas; esto es, permite la formación de nuevas relaciones interfuncionales. Este principio encuentra sentido dentro de una perspectiva sistémica, ya que la propuesta de Vygotsky no busca estudiar el todo o sus partes, sino la relaciones que convergen dentro de los elementos del sistema (Bertalanffy, 2004) y su carácter dinámico determinado por la experiencia histórico-cultural.

Por otro lado, a partir de la mediatización de los instrumentos-signos, el hombre es capaz de mediatizarse a sí mismo y su conducta, lo cual otorga, de acuerdo a Vygotsky (1978), el carácter superior, social y voluntario de sus procesos psicológicos. En este sentido, es posible observar que los mediatizadotes son al principio externos, materiales, que son utilizados en condiciones de actividad conjunta (Leontiev, D. A.; 1989); gradualmente se convierten en internos, psíquicos y utilizables de manera individual para la regulación y direccionalidad de su propia conducta. A este respecto, Vygotsky (1995) argumenta que toda función psíquica superior en el desarrollo del niño aparece dos veces en el escenario: la primera vez, como una actividad colectiva, social, o sea, como una función interpsíquica, y la segunda vez, como actividad individual, como modo interno de pensar del niño, como una función intrapsíquica.

De acuerdo a Talízina (1988), Vygotsky fue quién estableció los principios de la unidad de la actividad externa de la psiquis y del enfoque de la psiquis del hombre como social por su naturaleza; sin embargo, no logró darles consecución. De hecho, es posible observar que sus trabajos se dirigieron primordialmente a analizar el carácter reflejo de los instrumentos y el significado que de ellos se produce; ya sean instrumentos internos o externos. Para Vygotsky entonces el proceso de desarrollo de las formas mediatizadas de la psiquis es un proceso de desarrollo de los significados; para él, en la palabra se representa el significado. En consecuencia, la tarea residiría en observar cómo la palabra adquiere su significado, sin realizar una diferencia adecuada entre el significado y el concepto.

Al analizar tales premisas, es posible apreciar que la actividad no es plenamente considerada en la obra de Vygotsky, ya que el sujeto no opera en el mundo de las cosas, sino en un plano comunicativo, intelectualizado e ideal (Galperin, 1992a).

Resulta necesario destacar que a pesar de las limitantes de los trabajos de Vygotsky, los principios que empezó a delinear resultaron de suma importancia para la posterior conformación de la teoría de la actividad y su posterior empleo psicopedagógico (Leontiev, 2005b); siendo entonces Rubinstein (citado por Talízina, 2002) quién propuso examinar la actividad como objeto de estudio de la psicología; aunque posteriormente precisó (Rubinstein, 1974, 1963) que lo que se requería estudiar no es la actividad como tal, sino sus peculiaridades psicológicas (Rubinstein, 1963). Si bien esta premisa incluye tanto la actividad como la psiquis, también es cierto que sigue, hasta entonces, la disociación de una respecto a la otra y con ello la carente explicación de sus relaciones.

Posteriormente, A. N. Leontiev (1967, 1972, 1978, 1994, 2005c-e) explica estas relaciones al manifestar que la psiquis no es complemento subjetivo a la actividad vital del organismo, sino como la forma de la propia actividad vital; esto es, a partir de los trabajos de la psicología evolutiva (Galperin, 1992d; Luria; 1982; Leontiev, 1967, 2005d; Leontiev y Luria 2005) es posible apreciar que la misma lógica de desarrollo filogenético del hombre condujo a la necesidad de la aparición de lo psíquico. Tal apreciación permitió a Leontiev realizar un análisis más objetivo de las relaciones entre el organismo y su medio, considerando que la orientación activa en su medio trajo consigo la aparición de formas complejas de actividad. Además, Leontiev (2005d) mostró que, al destacar las principales etapas del desarrollo de la psiquis de los animales, se debe, ante todo tomar en cuenta la estructura objetiva de su actividad, que los relaciona con el medio ambiente y determina la forma en que reflejan la realidad. A partir de este enfoque (según las formas de reflejo) destaca las siguientes etapas: la de la psiquis sensorial elemental, la de la psiquis perceptiva y la del intelecto.

Es entonces que para Leontiev (2001, 2005d) la actividad, que permite al hombre relacionarse con el mundo para adaptarse a él y para poder transformarlo, es el objeto de la psicología. Sin embargo, todavía resultaba menester poder explicar la estructura de la actividad; para ello determinó que el objetivo y el motivo son los componentes principales de la actividad.

En primera instancia, el motivo de la actividad se refiere a una necesidad objetivizada, como el objeto que mueve al sujeto a la realización de alguna acción. Posteriormente resulta indispensable para Leontiev (2001, 2005d) distinguir la actividad de la acción y ésta de la operación.

La actividad es el conjunto de procesos que realizan una actitud vital, activa; del sujeto hacia la realidad (Talízina, 1988). Dentro de los rasgos de la actividad coincide el motivo y el objetivo, asumiendo que el motivo es el detonante de la actividad que se determina por el objetivo. Para poder llegar al cumplimiento de tal objetivo se requiere de las acciones como componentes primordiales de la actividad (Talízina, 2002). Una acción resulta ser el proceso subordinado a la representación del resultado que debe alcanzarse, o sea el proceso subordinado a un objetivo consciente. Al igual que el concepto del motivo se correlaciona con el de la actividad, el concepto del objetivo se correlaciona con el de la acción (Leontiev, 2001, 2005e).

En otras palabras, es posible observar que la acción es un proceso orientado por el motivo de la actividad. Ahora bien, para Leontiev (íbidem) las operaciones son aquellos métodos por medio de los cuales se realiza la acción; de este modo, las operaciones corresponden no al motivo ni al objetivo de la acción, sino a las condiciones en las cuales está dado el objetivo (Leontiev, íbidem). Éstas se forman de las acciones cuando el objetivo de la acción forma parte de otra acción como condición de su cumplimiento, es entonces que la primera acción se transforma en método de realización de la segunda, en una operación consciente (Leontiev, íbidem).

Es así que podemos observar que la actividad se caracteriza por la utilización de instrumentos de carácter socializado; esto es, el hombre orienta su actividad no sólo por la mediatización del instrumento, sino por la actividad de otras personas con las que se relaciona (Petrovsky, 1990). De tal forma, junto con la acción, como unidad principal de la actividad del hombre, surge igualmente la unidad básica, social por su naturaleza, de la psiquis humana: el sentido razonable para el hombre de la orientación de su actividad (Leontiev, 1967, 2005d).

Las apreciaciones de Leontiev muestran que la psique, al ser forma de la actividad vital del organismo que surge y se desarrolla como resultado del cambio de las condiciones de vida, no es una cualidad meramente subjetiva sino determinada por las relaciones con la actividad externa del hombre.

La actividad externa tiene un carácter práctico que gradualmente se interioriza adquiriendo la forma de actividad interna, ideal (Obukhova, 2006). Lo anterior no implica que se convierta en un elemento exclusivamente ideal, sino que conserva cualidades materiales al verse inserto y ser representante de la actividad; esta premisa le permitió a Leontiev eliminar la oposición dualista de la actividad interna, a la actividad externa, la intención radica entonces en mostrar que son dos formas de un todo único: de la actividad; con esto, una de estas formas es engendrada por la segunda, y deriva de ella (Talízina, 2000, 1988).

La actividad exterior-práctica, y la interior-psíquica expresan su similitud al tener una estructura igual, ya que en ambas se distinguen la actividad propiamente dicha, las acciones y las operaciones. Esta interrelación de la estructura de la actividad externa y de la actividad psíquica hace posibles sus transiciones y transformaciones mutuas; la actividad interna incluye permanentemente algunas acciones y operaciones externas, y la desarrollada actividad práctica exterior, las acciones y las operaciones internas (Leontiev, 2001, 2005c-e).

De tal forma, Leontiev rompe con el esquema cartesiano de lo externo en contraposición a lo interno y a partir de la unidad de la psique y de la actividad del sujeto es posible explicar sus relaciones mutuas e internas. Esta premisa mantiene además un carácter histórico-cultural, en el sentido de que el sujeto se apropia de parte de la experiencia de la humanidad acumulada a lo largo de las generaciones previas (Leontiev, 1967), siendo en este proceso especial donde se forman en el hombre las capacidades específicamente humanas.

Los trabajos de Leontiev facilitaron el rompimiento del subjetivismo-idealista por un lado y el materialismo-mecanicista por el otro, procurando esclarecer la dependencia de la psiquis respecto a la vida real del sujeto en condiciones de los tipos concretos de su actividad. De manera muy particular, la actividad del estudio ha sido de gran relevancia dentro de la teoría de la actividad como una de las principales formas de actividad humana (Talízina, 2006, 2002, 2000, 1988; Salmina y Filimonova, 2002, Leontiev A. N., 1994; Cipolla-Neto, 1994; Davýdov, 1987; Elkonin, 1987; Iliasov y Liaudis, 1986; Petrovsky, 1985; entre otros).

Lo hasta ahora esbozado de la teoría de la actividad condujo al planteamiento de tres principios fundamentales para la comprensión de esta teoría y su relevancia dentro de la psicología (Talízina, 1988) 1) el enfoque del carácter activo del objeto de la psicología; 2) el reconocimiento de la naturaleza social de la actividad psíquica del hombre; 3) el reconocimiento de la unidad de la actividad psíquica y de la actividad externa, práctica.

El primer aspecto del carácter activo del objeto de la psicología se refiere al papel que desempeña la actividad vital de cada persona y que favorece su accionar en el mundo circundante. Esto es, el hombre no es un ente adaptativo exclusivamente, sino que cuenta con las capacidades necesarias para transformar su entorno (Leontiev, 1967; Asmolov, 2002), en otras palabras, no sólo realiza acciones prácticas externas o conductas aisladas; además realiza acciones psíquicas (Talízina, 2006; Galperin, 2001,1992a). Esta premisa nos permite apreciar que la psicología, desde la perspectiva de la teoría de la actividad, no estudia las funciones psíquicas, sino los sistemas de actividad de la persona (Talízina, 2000, 1988; Petrovsky, 1990).

La importancia de los sistemas de actividad radica en que a partir de su observación, es posible distinguir la capacidad de orientación del sujeto en el mundo de los objetos (Leontiev, 2005d; Galperin, 1976, 1992b-d; Luria, 1982; Leontiev y Luria, 2005); esto además facilita la observación tanto de la actividad objetal externa como de la actividad psíquica individual, a partir de la formación por etapas de las acciones mentales (Galperin, 1992a). Es importante entonces destacar que la unidad de análisis de la teoría de la actividad es la acción, ya que de acuerdo a Rubinstein (1979) es importante encontrar la unidad que contenga los principales elementos de la psique en sus relaciones mutuas reales, determinadas por las condiciones materiales concretas y por las relaciones mutuas del individuo con el mundo que lo rodea, esta célula es cualquier acción como unidad de su actividad. Al trasladar esta premisa a la educación, es importante destacar que la elaboración de una teoría de la enseñanza requiere concebir el proceso de estudio como una forma de actividad y, a partir de ello, el análisis de este proceso en unidades de acciones (Talízina, 2000, 1988).

El segundo aspecto que refiere a la naturaleza social del desarrollo psíquico del hombre plantea que las formas sociales de los hombres condujeron a la determinación cultural y social de su actividad y no por su naturaleza biológica (Roguinski, et al, 1969; Leontiev, 1978, Smirnov, et al, 1997; Galperin, 1992d). De tal forma, la experiencia de la especie no se fija mediante la herencia biológica, sino a partir de formas sociales gradualmente más complejas tales como el lenguaje, los productos de la cultura, etc. (Smirnov, et al, 1997), esta transmisión de las formas sociales se ha modificando de generación en generación (Leontiev, 1978) y se asimila individualmente a partir de la experiencia histórico-cultural que le corresponde de acuerdo a su contexto (Roguinski, et al, 1969).

Una de las formas más complejas de asimilación de la experiencia conformada por las generaciones previas es la enseñanza y la educación (González, 1999; González y Mitjáns, 1999). Estas son formas de actividad conjunta (Leontiev, D. A., 1989) en las cuales es posible la organización y sistematización de cierto cúmulo de conocimientos que pueden ser transmitidos a las nuevas generaciones y asimilados de manera individual. Lo anterior no elimina los mecanismos hereditarios de corte biológico; esto es, las estructuras orgánicas propias de la especie constituyen la base material, mientras que la fuente del contenido psíquico se encuentra en lo social (Smirnov, et al, 1997). En este sentido, resulta importante considerar el correlato anatómico-fisiológico y sus particularidades, sin que ello implique que deban ser analizados al mismo nivel metodológico.

Para poder comprender el proceso educativo como condición básica para la asimilación de las formas culturales conformadas en generaciones previas (González, 1999; González y Mitjáns, 1999), es posible hacer uso de dos niveles de desarrollo planteados por Vygotsky (1995): el nivel real de desarrollo y la zona de desarrollo próximo. La primera refiere al resultado de lo que hasta cierto momento ya ha sido concluido en el desarrollo del niño (Vygotsky, 1995; González y Palacios, 1990), mientras que la segunda refiere a todo aquello que se encuentra en proceso de formación y que puede ser potenciado por la ayuda de quién haya previamente conformado el conocimiento necesario para la tarea en cuestión (ibidem).

Ambas nociones implican una diferenciación del tipo de contenido que ha de ser introducido en el proceso de enseñanza; de acuerdo a Vygotsky (1995) es necesario manejar tipos de conocimientos orientados a la promoción no del nivel actual de desarrollo, sino a la zona de desarrollo próximo, la cual hace referencia a la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la capacidad de resolver un problema de forma independiente y el nivel de desarrollo potencial determinado por la capacidad de resolver un problema bajo la orientación de un adulto o en colaboración con otros niños más capaces. Además, estos conocimientos deben estar encaminados a que el estudiante se valga de su propia actividad orientada al mundo de las cosas acerca de las cuales se busca la transmisión de conocimientos (Talízina; 2000, 1988).

La educación además desempeña un papel determinante para la sociedad que consiste en la transmisión de información a la nueva generación; esto implica la promoción de la asimilación del mundo de las cosas a partir de sus aspectos y regularidades con el fin de ser generalizadas (Davýdov, 1988). De esta forma, la educación es el mecanismo por el cual se transmite no sólo el conocimiento previo, sino además la sistematización y la organización especial que hasta entonces se ha conformado en torno a dichos conocimientos, ya que de lo contrario, se pensaría en un simple descubrimiento de lo ya creado; en este punto radica la diferencia entre la formación de un concepto científico y otro espontáneo o cotidiano (Vygotsky, 1995).

Tal sistematización y organización de los conocimientos se refrenda socialmente dentro de las diversas acciones que se realizan en la actividad escolar y su impacto directo en los sistemas de actividad de cada individuo Petrovsky (1985). Talízina (1988, 2000) advierte que es posible utilizar debidamente uno u otro objeto únicamente cuando se domina el modo requerido y plantea como ejemplo el uso del concepto para la clasificación de los objetos, para su comparación, etc., sólo cuando domina los métodos lógicos correspondientes, los modos de acciones que incluyen un determinado sistema de operaciones mentales que se cumplen según una regla determinada. De tal manera, las acciones son los componentes rectores en el proceso de asimilación de la experiencia, ya que si no se dominan dichas acciones, entonces el mundo de las cosas (materiales e ideales) resulta inaccesible para los sujetos (Leontiev & Asnin, 2005). En otras palabras, el objeto en sí mismo no presenta un carácter instrumental, si no se considera bajo la influencia de la acción en la que se hace uso de tal objeto (Leontiev, 2005d).

Además, esa acción en la que se utiliza un objeto deberá estar inserta en una forma más compleja de actividad, la cual debe a su vez ser adecuada al objeto que se emplea (Leontiev, ibidem). Esta premisa resulta ser la primera condición necesaria para la asimilación de la experiencia social, mientras que una segunda condición resulta ser la comunicación con la generación previa (Leontiev, 1967); esto es, el adulto le muestra al niño el modo de acción con el objeto, ayudándole a emplearlo adecuadamente con el fin de estructurar en él las operaciones instrumentales (2005e). Al analizar la importancia de la asimilación del objeto, se considera tanto el aspecto de creación del mismo como parte del avance de instrumentación que se ha desarrollado generación tras generación, como el aspecto de asimilación por parte del niño, ya que ambos implican un carácter social (Talízina, 1988).

En el caso concreto de la enseñanza, este último principio es importante ya que no se busca en una primera instancia que los niños asimilen los modos de creación de los objetos sociales (materiales e ideales), sino su modo de uso dentro de las acciones adecuadas. Además, resulta importante destacar que si bien se busca transmitir el carácter social del objeto (fabricación o uso), lo que determina su análisis es la formación por etapas de la acción mental en la que se ve involucrado (Galperin, 1992a).

Esta premisa resulta fundamental para la psicopedagogía y la psicología general, ya que la generación mayor puede dominar muy bien el uso de algún objeto; sin embargo, ello no implica que conozca las etapas de la formación de la acción necesaria para emplear el objeto. Es por lo anterior que resulta imprescindible generar el nivel de orientación necesaria para que la persona encargada de transmitir alguna forma de conocimiento sea consciente de tal proceso y con ello su inserción a una forma de actividad apropiada (Talízina, 2000, 2002).

El tercer aspecto, acerca de la unidad de la psiquis y de la actividad, se refiere en primera instancia a la eliminación del carácter cartesiano-dualista de la relación disociada entre lo material y lo ideal, así como de lo externo a lo interno (Poliakov, 1997), la superación de este problema la encontramos en el hecho de que tanto la psique como la actividad externa son representaciones de actividad y que ambas tienen estructura idéntica (Leontiev, 2005c, 2001). Además, su unidad radica en que la actividad psíquica interna es una forma de actividad material y externa transformada (Leontiev, 2005d).

De esta manera, al ser la psique una forma de actividad, entran en ella no sólo los objetos ideales como las representaciones y los conceptos, sino de igual manera las operaciones que se hacen con y a partir de ellos (Leontiev, 2005a). Sin embargo, todavía quedaba un problema por resolver que era acerca de la manera en cómo se forman las acciones mentales, ante lo cual Talízina (2000, 2006) comenta que fue Galperin quién concretó esta explicación al formular la teoría de la formación por etapas de las acciones mentales (1992a), la cual no sólo abre las puertas a la resolución de muchos problemas de psicología general, sino de manera concreta puede ser aplicado a la psicopedagogía desde las bases de la teoría de la actividad (Haenen, 1992).

Una de las diferencias cualitativas del hombre es la posibilidad de desarrollar una gran variedad de habilidades y estrategias de manera interna; este plano permite al hombre actuar con sustitutos simbólicos sin la presencia física-objetal necesariamente (Galperin; 1992a, d). Galperin (ibidem) distinguió entre las acciones ideales que pueden realizarse en presencia de la situación problemática y las acciones mentales que pueden ser realizadas de manera abstracta, separadamente de la situación física. Este último tipo de acción no es un procesamiento aislado del cerebro; de hecho refiere a formas de acción relacionadas a objetos; esto significa que no se realizan de acuerdo a los parámetros o leyes mentales independientes, sino a partir de las leyes del mundo externo (Galperin, 2001), así, las acciones mentales tienen el mismo contenido objetal como cualquier acción material externa.

El punto anterior requiere la explicación de las relaciones y regularidades acerca de cómo la acción con un determinado contenido objetal se transforma de un plano material a otro interno-ideal manteniendo el mismo contenido objetal. Para ello, Galperin (1992a) formuló el método de formación por etapas de las acciones mentales que consiste básicamente en el estudio de la actividad intelectual, pero no como una serie de cortes o como un proceso pre-existente, sino a partir de su propia dinámica, en el juego de sus fuerzas motrices y mecanismos constitutivos.

Cabe destacar que esta consecución de etapas no fue formulada originalmente como un método exclusivamente psicopedagógico (Haenen, 1992), sino como un modelo explicativo de la formación ontogenética de la actividad psíquica. Ante ello, Talízina (1988) advierte que como la ontogenia del hombre es principalmente el proceso de asimilación de la experiencia acumulada por la humanidad, que siempre se realiza con la ayuda de otras personas, esta teoría es al mismo tiempo, un modelo de asimilación y de enseñanza. Está constituido de la base exterior hacia la esfera interna, a través de las siguientes etapas:


Formación de la base orientadora de la nueva acción.
Formación del aspecto material de esta acción.
Formación de su aspecto verbal externo.
Formación de esta acción como un acto mental a través del lenguaje interiorizado.

La formación de la base orientadora de la nueva acción requiere de un proceso de introducción y contextualización de la nueva tarea, se dan las instrucciones necesarias para realizarla, se conforma la representación anticipada de la tarea y se establece el sistema de orientadores, todo ello con el adecuado planteamiento de objetivos (Galperin, 1992a, 2001a). En esta etapa se cumplen los tres tipos de operaciones que forman parte de la acción, éstas son las orientadoras, las ejecutoras y las de control (Talízina, 2002, 2006).

En el caso concreto de la enseñanza, el tipo de base orientadora determinará el acceso por parte del sujeto a los elementos básicos para acceder al objeto de estudio en cuestión. Durante esta etapa, el profesor exterioriza la acción mental de la tarea por realizar, por lo cual esta parte no es del todo la acción en sí misma sino su identificación por parte del alumno; además de que es necesaria para el conocimiento de las condiciones a través de las cuales se logra cumplir la tarea (Talízina, 1988). Esta premisa permite observar que se requiere todavía de la propia participación del alumno para que la acción sea suya; esto es, la identificación de los requerimientos necesarios para la tarea tan sólo sirve como base para el posterior paso por las siguientes etapas.

Más adelante, la formación del aspecto material de esta acción se conforma por la presentación del material o con una representación condicional que permita la reproducción de las relaciones esenciales de las cosas, además, el análisis de las acciones mentales previas que permita conocer las habilidades ya adquiridas (Galperin, 1992a, 2001a). En esta etapa, el alumno propiamente participa en el cumplimiento de la tarea, esto lo realiza haciendo uso de las operaciones necesarias. En esta etapa el alumno asimila el contenido de la acción, mientras que se espera que el profesor realice un control objetivo de la adecuada consecución de cada operación que conforma la acción, ya sea a partir de su orientación directa o por medio de algún apoyo material externo.

En esta etapa, además, es importante destacar que el alumno asimila la acción como material o materializada, desplegada, generalizada considerando los tipos de material más sobresalientes y deber ser ejecutada con toda la composición de las operaciones; en este sentido, es necesario que no se haga uso de muchas tareas de un solo tipo para que no se reduzca ni se automatice la acción en este punto (Talízina, 1988). Otro requerimiento de esta etapa es que debe ser parte de una transición; esto es, se puede combinar desde el principio con la verbal, lo cual implica que los alumnos formulen en el habla todo lo que realicen en la práctica de manera material (Talízina, 2002, 2006).

Posteriormente, la formación de su aspecto verbal externo, éste se da una vez que se ha liberado de la “inmediatez” objetal (Galperin, 1992a, 2001a). Entonces ya es posible pasar al plano verbal externo en el que se forma un tipo de representación, el significado toma lugar. Cabe mencionar que en esta etapa la acción pasa por la generalización, pero aun no es automatizada ni reducida y se producen tres cambios esenciales:

1. La acción verbal se estructura no sólo como un reflejo real de la acción realizada con el objeto, sino también como una comunicación verbal de la misma, ya sea a nivel social o personal.
2. El concepto se constituye en la base de la acción, eliminando de esta forma las limitantes que el objeto presenta.
3. Una vez asimilada la forma verbal, se reduce como en una “fórmula”. Así, se hace más consciente sin la necesidad de ejecutar la tarea.

En esta etapa, se observa que el habla se convierte en la portadora de todo el proceso, ya que no sólo implica la comprensión de las palabras empleadas, sino además estas palabras llevan el contenido de la tarea y de la acción. Además, por el uso del lenguaje se pueden presentar nuevas situaciones con condiciones indefinidas que favorezcan la generalización del contenido de la acción. Talízina (1988) menciona que en esta etapa se genera gradualmente una reducción, la cual indica que esta etapa está adquiriendo una nueva forma, ya que se está conformando como parte del lenguaje interno.

Finalmente, la formación de esta acción como un acto mental conlleva que la tarea de comunicación es substituida por el habla para sí, suscitando de este modo la reflexión (Galperin, 1992a, 2001a). En esta etapa se tiende a reducir el aspecto verbal de la fórmula; además, la idea está compuesta por diversas modalidades. También se observa el carácter de automatización, el cual se manifiesta solamente en el producto. Esto sucede porque el proceso es inaccesible a la observación al ser parte de la conciencia (Talízina, 1988) y por ser parte del dominio propiamente mental en el que el producto se da en la práctica.

Los puntos hasta ahora abordados de la formación por etapas de la acciones mentales obedecen a su forma; dentro de la cual es posible observar además su carácter generalizado, su nivel de despliegue, su independencia y su grado de automatización como cualidades primarias de la acción (Talízina, 2006). Aunado a sus cualidades primarias, encontramos las secundarias que refieren básicamente a su conciencia, racionalidad, estabilidad y el plano en el que se encuentran, ya sea externo o interno).

Sin embargo, además de la forma es posible analizar su carácter funcional en el cual se observa su orientación, ejecución, control y grado de corrección (Talízina, 2006). Dentro de estos, Galperin (1992a) destaca el control en el proceso de asimilación, del cual surgen los siguientes requerimientos para la enseñanza: a. En las primeras etapas del proceso de asimilación, el control debe realizarse por operaciones; b. Al principio de la etapa material-materializada y de la verbal externa, el control en la forma externa debe ser sistemático de cualquier tarea por cumplir; c. Al final de estas etapas y en las siguientes, el control debe ser episódico; d. La forma en cómo se realiza el control no es tan relevante como la novedad de esta forma (Talízina, 1988).

En conclusión, esta propuesta de formación por etapas de las acciones mentales demuestra el vínculo entre la actividad externa y la actividad interna, eliminando la dicotomía, ya que se concibe la conformación del plano interno como la transformación de ciertos objetos materiales de la actividad externa hacia la forma interna manteniendo el mismo contenido objetal y permitiendo el desarrollo de nuevo conocimiento y habilidades; destacando el papel orientador que el profesor brinde para la conformación de este proceso de formación. Además de ser una propuesta metodológica altamente aplicable, facilita el abordaje de problemas teóricos psicológicos y pedagógicos que promueven un mayor enriquecimiento de la labor docente y, por ende, el mejoramiento del rendimiento académico de los alumnos al ser una aproximación que al generar conceptos integrados a las formas y sistemas de actividad del estudiante, desarrolla las competencias no sólo para la academia sino para su vida práctica en general.

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[1] Universidad Pedagógica Nacional. Unidad 095 D.F. Azcapotzalco.
[2] Universidad de Guadalajara.